Las mujeres de mis días en San José han sido mujeres apasionadas: en el amor, en el trabajo, en la vida.
Tienen la energía de un mar violento y sonoro; la furia de un arsenal de ángeles cayendo desde el cielo (esté donde esté); la amorosa contención del continuum lésbico (siendo lesbianas o no).
Sus interiores se me revelaron con luces y sombras; con recuerdos y presentes intensos; con alocados proyectos.
Son mujeres de ojos grandes, lúcidas, bellas, emprendedoras, luchadoras; mujeres que sueñan y accionan.
Mujeres dadas a la pasión de los cuerpos; dadas a la palabra y al cambio revolucionario. Mujeres blancas, morenas, rubias, castañas, mujeres de fuego, de madera, de agua.
Mujeres que me han dado de beber, de comer. Que me han acompañado al ritmo ambient de corazones agitados.
Vaya este texto para Julia, Yarman, Margarita, Vivian y la "pregonera" Carmen.
1 comentario:
muchas gracias!
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